Bienvenidos/as a un día más de Todo con Amor, les cuento que ya pasó un mes desde que comencé con este pequeño proyecto y me siento agradecida con todos y todas ustedes por estar lunes a lunes leyendo estos pequeños mensajes que les dejo todas las semanas, para mí es súper gratificante que les guste el contenido y que me apoyen en este proceso.
Hoy les deseo un excelente inicio de semana cargado de buenas energías y mucho amor, espero que les guste el post de hoy.
Día a día estamos en constante interacción con el entorno y personas que nos rodean, muchas veces después de una larga semana donde atacó el estrés, la ansiedad, el trabajo, la rutina entre otras cosas más, terminamos con un cansancio físico y emocional.
Es ahí donde la importancia de encontrar armonía entre nuestro cuerpo, mente, espíritu y entorno para llegar al punto de equilibrio y sentirnos bien con nosotros/as mismos/as. Es todo un proceso de conocimiento e introspección de nuestras vidas, de conexión con nuestra mente y el cuerpo, todo un proceso de crecimiento personal.
¿Cómo lograr el equilibrio entre lo positivo y lo negativo?
Cabe resaltar que no siempre podemos ser positivos al 100%, pero siempre hay que trabajar con optimismo y tomar en cuenta que las circunstancias son pasajeras y los malos ratos tarde o temprano terminan. Sentirnos bien y en paz es parte de nuestra salud emocional.
Por otro lado, vivir el día a día, con calma dejar poco a poco lo malo atrás, ejercitar nuestra mente y el cuerpo, darnos la oportunidad de tener espacios de descanso, donde podamos conectar con nosotros/as mismos/as y tener el tiempo necesario para meditar y reflexionar sobre nuestra vida. Recalco la importancia de agradecer, es un punto de equilibrio que nos da felicidad.
Yo considero la armonía como un valor, es llegar a sentirme plena y segura conmigo misma, con mi vida. Es por eso que, cuando llegamos a esa estabilidad, se genera una satisfacción personal que permite hasta cierto punto un mejor vínculo con las personas que nos rodean.
La armonía social nos ayuda con la sana convivencia y a valorar también lo positivo que nos aporta alguien más, a mejorar nuestra relación con el ambiente y por ende con los demás, intentar rodearnos siempre con personas que nos hacen bien y nos apoyan en el camino de deconstrucción y sanación.
Los y las invito a conocer y comprender cada parte de su ser, a crear un ambiente sano para el bienestar tanto interno como externo. No todos los días son iguales ni siempre nos sentimos de la misma manera, pero poco a poco poder construir esa estabilidad, y ojalá que nunca les falte el amor, la plenitud y la seguridad. Es importantísimo el tiempo para nosotros/as, amarnos, cuidarnos, motivarnos a ser mejor cada día, tenemos el poder del cambio en nuestras manos.
Gracias por llegar hasta acá y por construir conmigo este camino, mi intención no es solo compartirles un buen mensaje sino expresar todo lo que me apasiona y me hace sentir bien.
Hasta el próximo lunes y un abrazo.
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