Bienvenidos y bienvenidas a un Lunes más de Todo con Amor, espero que esta semana comience cargada de energía, fin de mes y ya medio año lleno de altos y bajos.
El tema de hoy abre debate en que si la crianza de una persona influye y si es cuestión únicamente de mujeres y los hombres no la aplican con frecuencia o viceversa. Vamos a hablar de responsabilidad afectiva, qué es y cómo se maneja dentro de una relación.
Hice una dinámica en redes sociales donde preguntaba qué entienden por este este término, y estas fueron algunas de las palabras o frases con las que relacionan el tema:

Elaboración propia
Y tal como lo dice en la imagen, abarca todo tipo de relación y esta acción parte desde la igualdad, empatía y respeto. Cuando hablamos de responsabilidad afectiva no es simplemente de vínculos con otras personas, sino del trasfondo y la demanda de responsabilidad tal y como lo dice su nombre que conlleva comenzar una relación.
Muchas veces escuchamos frases como “es una relación abierta”, “no tenemos un vínculo tan fuerte” o una de las más comunes que es “lo/la quiero, pero al mismo tiempo no quiero un compromiso”, y es ahí donde entra la responsabilidad afectiva como una herramienta de diálogo y comprensión.
Se debe tener claro que en toda relación entre dos o más personas se crean vínculos afectivos, y se comienza una dinámica distinta, se intenta mantener la misma sintonía entre ambos/ambas y para eso es importante una buena comunicación.
Otro punto importante dentro del tema, es darnos el espacio de autoconocernos, a raíz de esto podemos tener claro que queremos, que nos gusta y cuales son nuestros límites tanto personales como dentro de una relación. A partir de ahí podemos comunicar de forma asertiva las cosas y así la otra persona nos lo hace saber de la misma manera, creando acuerdos sanos y evitando confusiones.
Se debe tomar en cuenta que toda acción conlleva una consecuencia, muchas veces nos hemos sentido confundidas y confundidos por acciones de parte de otra persona y de las cuales unas que otras han sido motivo de discordia, debemos ser conscientes y responsables de nuestras decisiones y considerar si va a afectar o no a los y las demás.
Como siempre en cada aspecto de nuestra vida la empatía es pilar fundamental y en estos casos no es la excepción.
Ahora que ya entendemos que es responsabilidad afectiva y cuáles son sus implicaciones, nos adentramos al tema del ghosting.
Hemos escuchado o nos ha pasado que mantenemos un vínculo afectivo con alguien, y una persona sin aviso previo ni nada por el estilo desaparece dando por sentado que es una señal para terminar la relación o inclusive desaparece por unos días y regresa con interés y así sucesivamente. Justo eso es el ghosting, ha existido desde siempre; sin embargo el tipo de comunicación que manejamos actualmente y el uso de las redes sociales lo ha visibilizado un poco más a lo largo del tiempo.
Esta acción trae consigo consecuencias tanto para quien lo sufre (en su mayoría) como para la persona que lo ha puesto en práctica. Se desarrollan una serie de inseguridades y preguntas internas que resuenan día a día como “qué hice mal”, “¿soy suficiente?”, entre otras más. Repercute en nuestra autoestima y por ende en nuestro estado de ánimo, así como también genera un sentimiento de culpa y en algunos casos remordimiento de consciencia para quien lo practica.
El ghosting si lo vemos desde el punto de vista de la responsabilidad afectiva, no congenia con los lineamientos y expectativas que este tema conlleva, se pierde el lado humano y empático por parte de un par, causando dolor y sentimientos de rechazo.
Es común intentar evitar algún tipo de conflicto entre parejas, pero para eso se debe considerar el diálogo y comunicación ante una desaparición sin explicaciones.
Tengamos en cuenta la apertura de cambiar la forma de vincularnos y que no es solo responsabilidad de una/uno sino de ambas/ambos. Actualmente la virtualidad juega un papel importante en el tema y tenemos que ser conscientes de nuestros actos.
Cabe resaltar que estos temas vienen desde la experiencia y de como con historias similares podemos identificarnos unos/unas con otros/otras, así como lograr identificar acciones que normalizamos y pueden traer consigo efectos negativos en nuestro día a día.
Espero que les haya gustado y que juntos/juntas nos informemos siempre de temas como estos, que tengan una excelente semana.

Ilustración de Javier Joaquín
Un abrazo.
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